Choque hipovolémico severo en cirugía oncológica
Dra.
Jackeline Rodríguez. (Residente
Tercer año Universidad San Martín)
Dr. Einar Billefals (
Anestesiólogo Instituto Nacional de Cancerología)
Dra. Jackeline Noriega (Jefe de Anestesiología Instituto Nacional
de Cancerología)
CHOQUE
HIPOVOLEMICO SEVERO EN CIRUGIA ONCOLÓGICA
Existen ciertas urgencias relacionadas
con el cáncer, que exigen
una intervención anestésica inmediata.
Existen muchas consideraciones cuando se requiere instaurar manejo anestésico
en pacientes con patología oncológica. Debemos estar alerta
ante una posible vía aérea difícil; es necesario revisar
cada sistema y no olvidar los efectos del tumor y de cualquier implicación
de la terapéutica antitumoral previa (quimioterapia – radio
terapia).
Los pacientes con cáncer pueden tener un riesgo particular de presentar
muchas de las complicaciones relacionadas con la terapia transfusional (fiebre,
reacciones alérgicas, infección); sin embargo, en situaciones
de urgencia, como en el caso de CHOQUE HIPOVOLÉMICO SEVERO secundario
a cirugías que implican sangrado profuso secundario a la resección
de tumores óseos muy vascularizados, se requiere la administración
masiva de glóbulos rojos y otros hemoderivados, dependiendo de circunstancias
como: estabilidad hemodinámica, estado funcional previo, reserva cardiovascular,
entre otros.
Es importante resaltar, que ante una situación de sangrado masivo,
debemos hacer una reposición agresiva e inmediata del volumen intravascular,
inicialmente con cristaloides, y dependiendo de la estabilidad hemodinámica
más el estado clínico del paciente, iniciar la transfusión
de hemoderivados, ya que si no detenemos la cascada de eventos desencadenada
por la hipoperfusión tisular, los efectos potenciales a órgano
blanco son deletéreos e irreversibles.
Debemos tener la capacidad de discernir cual es el momento indicado para
suspender un procedimiento quirúrgico, dado el alto riesgo de mortalidad
del paciente, derivado del mismo acto quirúrgico, y en la medida de
lo posible brindar las mejores condiciones para el mejoramiento y estabilidad
de las funciones vitales de nuestros pacientes.
Historia Clínica: *******
Sexo: Femenino
Edad: 26 años
Procedencia : Guajira
DX: TUMOR DE CELULAS GIGANTES DE FEMUR PROXIMAL IZQUIERDO, CON FRACTURA PATOLOGICA
Y AFLOJAMIENTO DE PROTESIS BIPOLAR DE CADERA.
MOTIVO DE CONSULTA Y ENFERMEDAD ACTUAL:
Paciente con antecedentes de Tumor de Células Gigantes de Fémur
Proximal Izquierdo a quien le realizaron resección de fémur
proximal y reconstrucción con prótesis bipolar (febrero – 2003).
La paciente cursa con recaída local y siembra distal del tumor, que
le ocasiona fractura periprotésica, por lo cual es remitida al INC
para manejo integral.
ANTECEDENTES:
Quirúrgicos: resección de tumor de fémur proximal más
osteosíntesis (Feb – 03)
REVISION POR SISTEMAS
Clase funcional I (antes de la patología actual), niega disnea, ángor,
síntomas respiratorios.
PARACLÍNICOS: (Prequirúrgicos):
Hb 9.4, Hcto 28.5, Plaq 259.000, TP 13.5/12, TPT 28.2/28.9, INR 1.12, Creat
0.6, NU 10, Ca 9.3, P 4.1, FAlc 134.
Gamagrafía ósea: hipercaptación, en esqueleto axial,
esternón, cuerpos vertebrales y pelvis.
Radiografía de torax: dentro de los límites normales.
Radiografía: fémur izquierdo lesión lítica en
extremo proximal del fémur y fractura del fémur distal.
EKG: Ritmo sinusal, leves cambios de repolarización.
EXAMEN FISICO: TA 110/75, FC 82,
FR 16. Consciente, alerta, mucosa oral semiseca. DMT > 6 cm, apertura oral > 6
cm, dentadura completa en buen estado.
Cardiopulmonar: RsCsRs. Murmullo vesicular simétrico sin agregados.
Abdomen no distendido, RsIs (+).
Extremidades: Edema y deformidad de miembro inferior izquierdo, adecuada
perfusión distal.
Neurológico: sin déficit aparente.
ASA II. Plan: - Reservar 6 unidades de GRE
- Monitoría invasiva
- Firmar consentimiento informado
Es llevada a cirugía el día 13-12-03. Monitoría: EKG
(DII), PA directa e indirecta, (línea arterial: arteria radial derecha),
oximetría, catéter central: yugular interno derecho, PVC, diuresis,
venas periféricas No. 3 (Yelco No. 14 y 16).
Inducción anestésica: inhalatoria y endovenosa: Midazolam 2
mg, Fentanyl 100 mcg, Lidocaina 40 mg, Propofol 80 mg, Rocuronio 40 mg, infusión
transquirúrgica de Fentanyl (2 mcg/kg/hora). Intubación orotraqueal
(TOT 7,5, NT 4 cc). Ventilación mecánica: FR 10, VC 600, I/E ½,
Pim 19, Peep 7.
Pérdidas sanguíneas permisibles: 0 (Hcto 31), volemia: 3.770,
déficit: 1.200 cc.
Duración de procedimiento quirúrgico: 4 horas, PAM transquirúrgica > 75
mmhg.
LEV: Cristaloides 8.000 cc (5.000 cc SSN, 3.000 cc L de Ringer) .
Coloides. 1.000 cc
GRE: 7 unidades
Plasma: 5 unidades
Se administran 1 gr de cloruro de calcio durante la transfusión
La paciente presento un sangrado correspondiente al 92.8% de su volemia total.
Se inicia apoyo inotrópico: Dopamina 7 mcg/kg/h (1 hora) post inicio
cirugía
Diuresis transquirúrgica total 500 cc.
Por su diagnóstico se proyectaba realizar resección total del
tumor, que comprometia toda la extension del fémur, más reconstrucción
con aloinjerto de fémur y material protésico con cemento intramedular,
pero por presentar sangrado severo (3.500 cc) de común acuerdo entre
ortopedia y anestesia se decide suspender la cirugía, se empaqueta el
muslo y se programará un segundo tiempo quirúrgico previa estabilización
hemodinámica.
Gases arteriales: Inicio Final
PH 7.48 7.33
PCO2 25 29.6
PO2 282 332
HCO3 18.5 15.3
BE -4.4 -9.1
SPO2 99.8% 99.8%
Se evidencia leve acidosis metabólica, por la edad de la paciente adecuados índices
de oxigenación y ventilación, se decide realizar extubación
postquirúrgica inmediata, sin complicaciones.
Laboratorios de control postquirurgico:
Hb 10.5,Hcto 31.7,Plaq282.000,TP 13.3 (12), TPT 27(29.9).
La paciente evoluciona favorablemente, tolerando extubación, con adecuado
estado de conciencia, alerta, orientada, con TAM 75 mmHG, SPO2 94%.
Por evolución satisfactoria y estabilidad hemodinámica, se decide
pasar a un segundo tiempo quirúrgico: 18 – 12 – 03:
Bajo monitoría invasiva y no invasiva , con anestesia inhalatoria y
endovenosa, se realiza: Desempaquetamiento, lavado (5.000 cc ssn), resección
de masa tumoral, osteotomia supracondilea, y colocación de clavo de
Kuntsher.
Duración de la cirugía: 4 horas. PAM transquirúrgica > 80
mmhg. Sangrado transquirúrgico: 1.500 cc (40% de la volemia total).
LEV: cristaloides 6000 cc (3.000 ssn, 3.000 L Ringer
Coloides: 500 cc,
GRE : 4 unidades
Plaquetas. 4 unidades
Gases arteriales transquirúrgicos: Inicio final
PH 7.52 7.42
PCO2 22.6 26.9
PO2 313 365
HCO3 18.4 17.1
SPO2 99.8% 99.9%
Se evidencia leve alcalosis respiratoria con adecuado índice de oxigenación
en los gases arteriales iniciales, se cambian los parámetros del ventilador
(se disminuye frecuencia respiratoria a 10) y en los gases arteriales finales
se observan adecuados índices de oxigenación y ventilación,
por lo cuál se decide realizar extubación postquirúrgica
inmediata sin complicaciones.
Previo a la cirugía se había solicitado cupo en la Unidad de
Cuidados Intensivos para soporte ventilatorio, inotrópico y extubación
programada, dada la alta variabilidad hemodinámica y el recambio de
toda la volemia, que requirió una reanimación agresiva, pero
dada la intervención rápida oportuna y acertada se logro obtener
una excelente estabilidad hemodinámoca y ventilatoria con una extubación
inmediata y sin requerir el soporte en la UCI
CHOQUE:
Se define como la reducción crítica de la perfusión
tisular, se caracteriza principalmente por un desequilibrio entre el aporte
de oxigeno a los tejidos y su demanda, comprometiendo la actividad metabólica
celular, que se manifiesta clínicamente como disfunción orgánica.
(2). Se clasifica en 4 defectos primarios: Hipovolémico, Cardiogénico,
Obstructivo, Distributivo.
CHOQUE HIPOVOLEMICO:
Su elemento característico central es una disminución del retorno
venoso, originado en una disminución del volumen intravasular.
La reducción del volumen intravascular puede darse por 3 grandes pérdidas:
sanguínea, agua y electrolitos, y pérdida del tono muscular.
(2)
Hemodinámicamente se caracteriza por:
- Disminución del gasto cardíaco
- Disminución de la presión de llenado del ventrículo
izquierdo.
- Aumento de la resistencia vascular sistémica
FISIOPATOLOGIA DEL CHOQUE CIRCULATORIO
La reducción crítica de la perfusión tisular produce
una respuesta refleja inicialmente al sistema cardiovasular que busca mantener
el tono vascular y la perfusión cardíaca.
Inicialmente se activa el sistema simpático: aumenta la contractilidad
cardíaca y la frecuencia cardíaca.
Los mediadores hormonales: adrenalina, vasopresina, y angiotensina, aumentan
el tono venular y arterial, redistribuyen el flujo de áreas, como
tejido óseo, músculo, piel, y lecho esplacnico hacia el compartimento
central, aumentado el retorno venoso y la presión sanguínea.
La angiotensina y vasopresina aumentan la retención de agua y solutos
para preservación del volumen intravascular.
Como consecuencia de la hipoperfusión se activa a nivel tisular, el
metabolismo anaerobio. La acidosis metabólica genera metabolitos con
efecto vasodilatador, aumenta la presión hidrostática capilar,
la presión venular, llevando a disminución del volumen intravascular
y generando un estado irreversible de choque (1).
FISIOLOGIA DEL CHOQUE
HIPOVOLÉMICO
El sangrado puede depletar el volumen intravascular de glóbulos rojos
y de plasma. La mayoría de individuos pueden compensar fácilmente
una pérdida sanguínea menor o igual al 10% por vasoconstricción
refleja mediada por baroreceptores.
Cuando la pérdida sanguínea aumenta de 20 a 40 %, la probabilidad
de hipotensión aumenta, los pacientes cursan con palidez, diaforesis,
disminución del llenado capilar y puede asociarse además, hipotensión
postural y vértigo.
Los pacientes con pérdida súbita de sangre > de 40% del
volumen Intravascular, presentan compromiso vital, cursan con deterioro del
estado de conciencia y pueden fallecer si el volumen Intravascular no se
restaura rápidamente (6).
Se han descrito 3 fases de la respuesta humana al choque hipovolémico
agudo: (3)
Fase I: el paciente cursa con hipovolemia, vasoconstricción, y alteración
de la perfusión de órganos. La síntesis de ATP no cubre
las necesidades energéticas, los pacientes experimenta acidemia progresiva,
con reducción del bicarbonato medido en los gases arteriales.
La terapia de esta fase incluye la administración de líquidos
con electrolitos balanceados, en una proporción de 3-4 volúmenes
de SS isotónica por cada volumen de sangre perdida. La transfusión
es esencial cuando los pacientes tienen un sangrado mayor del 30% de la volemia.
Fase II: comienza con la hemostasia y un período de secuestro de líquidos.
La magnitud de la ganancia de líquidos es proporcional a la severidad
del choque.
En el periodo posterior al choque severo lo pacientes ganan un 10% de peso
corporal a medida que los líquidos se retienen. Se han atribuido estos
eventos a una alteración en la actividad de la bomba de sodio en la
membrana celular.
Fase III: empieza con un balance de líquidos negativos; involucra
un periodo diurético cuando el líquido ganado en exceso se
moviliza y excreta por los riñones.
ESTRATEGIAS
TERAPÉUTICAS
El tratamiento del choque hipovolémico debe estar enfocado en el restablecimiento
de la presión arterial, el pulso y la perfusión de órganos
(gasto urinario adecuado).
Como el fenómeno desencadenante del choque hipovolémico es
una reducción en el retorno venoso, la medida fundamental es su promoción
a través de la administración de volumen que se constituye
en el objetivo terapéutico.
Iniciamos la terapia administrando soluciones cristaloides isotónicas
(ss normal o L de Ringer) a través de vías periféricas
de suficiente calibre para permitir un rápido ingreso del líquido.
Se utilizan uno o varios catéteres No. 14 o 16, se administran 1 o
2 litros de cristaloides en los primero 10 a 15 minutos, monitorizando permanentemente
el estado del paciente, con el objeto de evaluar la oportunidad del manejo,
la velocidad de infusión y los logros obtenidos (2)
No obstante, en reanimación de gran volumen la infusión de
solución salina excesiva puede producir acidosis metabólica
hiperclorémica (4), por lo anterior, es conveniente la utilización
de lactato de Ringer y solución salina en forma alternante.
El indicador de transfusión en cada paciente se encuentra en algún
punto entre una Hb de 6-7 gr/dl (Hcto de 18 – 21 %) y 1 Hb de 10 gr/dl
(Hcto de 30%).
Es difícil precisar el punto de este margen donde se encuentra cada
persona. Varios factores clínicos y algunas mediciones fisiológicas
pueden establecer el nivel adecuado para cada paciente (5). Desde el punto
de vista del monitoreo, los gases arteriales pueden mostrar la PaO2 a la
cual la Hb está un 50% saturada (P50) que normalmente es de 27 mmhg.
Cuando al P50 es > significa que la curva se ha desviado a la derecha,
es decir la Hb es menos afin por el oxígeno, cuando la P50 es < de
27 ocurre lo contrario. Cuando la Hb aumenta su afinidad por el oxígeno
le cuesta dificultad liberarlo en los tejidos y una aceptable SaO2 (por ejemplo
90%) puede ser insuficiente para estos tejidos, cuando la Hb disminuye su
afinidad por el O2 no se pueden tolerar SaO2 bajas < 90% pues no se asegura
un adecuado transporte de oxígeno.
Entonces, las herramientas de monitoreo de transporte de oxígeno son
la Hb obtenida de una muestra sanguínea, la SaO2, obtenida de un oxímetro
de pulso o de los gases arteriales, la PO2 de los gases arteriales y venosos,
la saturación venosa de oxígeno (SvO2) obtenida de un catéter
colocado en la arteria pulmonar, o de los gases venosos y la P50. (2).
El umbral de transfusión más bajo debe reservarse para los
pacientes jóvenes saludables con pérdida aguda de sangre. Con
la recuperación del volumen mediante cristaloides, los valores subsecuentes
de Hcto y Hb no son una guía confiable de la masa eritrocitaria del
paciente.
Puede requerirse la transfusión de sangre masiva en pacientes que
presentaron pérdidas sanguíneas grandes, hasta que el sangrado
sea controlado.
En los casos de transfusión masiva, puede requerirse la infusión
de otros productos sanguíneos conjuntamente, para corregir la coagulopatía.
A medida que aumenta la magnitud de la reposición masiva la propia
sangre del paciente adquiere ciertas características: niveles bajos
de 2-3 difosfoglicerato, actividad baja de los factores V y VIII, y trombocitopenia
por dilución.
El recuento plaquetario es una guía del momento en que la persona
presentará un sangrado secundario a trombocitopenia dilucional. Cuando
la cuenta plaquetaria cae por debajo de 75.000/mm en forma aguda por transfusión
masiva es probable que el paciente sangre.
Las plaquetas se transfunden para corregir deficiencias de la cantidad o
función plaquetaria. Cada unidad de plaquetas incrementa la cuenta
en cerca de 7.500 – 10.000/mm. La dosis recomendada de plaquetas en
adultos es de 1 unidad por cada 10 kg de peso corporal en un período
de 24 horas (5).
El plasma fresco congelado puede suministrarse a una dosis de 5-10 ml/kg
de peso corporal. (5).
El crioprecipitado contiene niveles importantes del factor VIII c, VIII,
FVW, XIII y fibrinógeno. Se administra a razón de una bolsa
por cada 10 kg de peso corporal. (5).
1. VELASQUEZ Orlando Alberto,
MD, Metas de Reanimación. Cuidado Intensivo
y Trauma . Pág. 157 –166. 2002.
2. GOMEZ D. Alonso, MD. Choque. Cuidados intensivos y Trauma Pág.
3 –44. 2002.
3. SABINSTON. Cirugía General. Choque Hipovolémico. Ed. 16.
2002
4. FCCS Fundamentos de Cuidado Crítico en soporte inicial. Agosto
de 2001.
5. BARASH Cullen. Anestesia Clínica. 3 edición,. Vol 1 223 – 256.
2000.
6. MILLER. Anestesiología Clínica. Complicaciones circulatorias.
5ª edición. 2001
7. ASA. Refresher. Nuevas pautas en transfusión de hemoderivados.
Octubre 2003.
8. STOELTING Robert MD. Basics of Anesthesia. Fourth Edition. 2000
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